Boletín BIREME n. 100

28 de julio: movilización mundial contra las hepatitis virales

El Día Mundial contra la Hepatitis se celebra el 28 de julio desde 2010, fecha elegida en homenaje al aniversario del Dr. Baruch Blumberg, ganador de un Premio Nobel por descubrir el virus de la hepatitis B y desarrollar su prueba diagnóstica y vacuna. Cada año, esta fecha refuerza la necesidad de intensificar los esfuerzos nacionales e internacionales para la eliminación de las hepatitis virales.

Para el año 2025, la campaña mundial adopta el lema “¡Hepatitis: entenderla para vencerla!”, que convoca a los gobiernos, la sociedad civil y los socios a eliminar las barreras financieras, sociales y sistémicas, incluido el estigma, que dificultan el acceso a la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de la hepatitis y la prevención del cáncer de hígado. El enfoque de los esfuerzos coordinados por la OMS y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) se centra en simplificar, ampliar e integrar los servicios de vacunación, las prácticas seguras de aplicación, la reducción de daños, las pruebas y los tratamientos en los sistemas nacionales de salud.

Las estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que, en 2022, alrededor de 254 millones de personas vivían con hepatitis B y 50 millones con hepatitis C, lo que causaba aproximadamente 1,3 millones de muertes anuales, muchas de ellas por cirrosis y cáncer de hígado. Aunque la hepatitis B se puede prevenir con una vacuna y la C se puede curar con antivirales de acción directa, la cobertura de las pruebas es inferior al 20 % a nivel mundial, y menos del 10 % de las personas infectadas por hepatitis C recibieron tratamiento en 2020. Según las agencias multilaterales de salud, es posible evitar 2,8 millones de muertes hasta 2030, pero solo si los países actúan ahora. La eliminación de la hepatitis está a nuestro alcance.

Principales retos

Los mayores obstáculos para alcanzar los objetivos de eliminación para 2030 incluyen la baja cobertura de las pruebas —una intervención esencial para el diagnóstico precoz—, el acceso limitado a los antivirales de acción directa contra la hepatitis C, la insuficiente implementación de medidas de reducción de daños en poblaciones clave y el persistente estigma social que aleja a las personas vulnerables de los servicios de salud. Además, la brecha financiera y sistémica agrava la subnotificación y la falta de adherencia al tratamiento.

Acciones prioritarias

Para avanzar hacia la eliminación, se recomienda:

  • Ampliar la vacunación contra la hepatitis B, garantizando la dosis al nacer en un plazo de 24 horas, seguida de tres dosis de refuerzo.
  • Ampliar las pruebas y el rastreo, integrando las pruebas de hepatitis B y C en las unidades de atención primaria y en los servicios de VIH/TB (tuberculosis).
  • Garantizar el acceso a tratamientos eficaces, como antivirales de acción directa para la hepatitis C y antivirales para la hepatitis B en regímenes adecuados.
  • Implementar programas de reducción de daños, especialmente para los usuarios de drogas inyectables.
  • Combatir el estigma mediante campañas educativas que promuevan la información y la acogida.

Rol de BIREME/OPS/OMS

BIREME, como centro especializado en información para la acción en salud de la OPS/OMS, apoya la respuesta global a las hepatitis a través de plataformas como DeCS – Descriptores en Ciencias de la Salud, que facilita el acceso a la literatura científica indexada sobre hepatitis virales, y la Vitrina del Conocimiento sobre Hepatitis, que reúne documentos, directrices y materiales de comunicación actualizados. Estas herramientas fortalecen la formulación de políticas públicas y la capacitación de los profesionales de la salud en la Región de las Américas.

 

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